La serie turca que ha conquistado (de hecho, arrasado) el mundo, regresa a agitar a su audiencia con un capítulo lleno de tropelías, decisiones difíciles e irremediables y enfrentamientos (el término «batalla» no me gusta) entre dos grandes dinastías. Una nueva vida, el exito televisivo que ha trascendido fronteras, llega con un capítulo que promete cambiar la historia de sus protagonistas que ya sabéis quiénes son.
Halis Korhan no es un hombre que se quede parado. Cuando Ferit le comunica los planes de Kazim, el jefe toma una actitud que es desesperante: secuestra a Seyran de las garras de los Ihsanli. «No se decidirá el destino de los Korhan, solo lo haré yo», parece expresar. Pero este movimiento, lejos de ayudar, se encamina a abrir las puertas de una guerra inevitable.
El secuestro de Seyran no es un acto de poder, sino una demostración de fuerza hacia Kazim; Halis se muestra contundente: no admito que la familia Korhan la manejen, ni que se rompa ninguna de las reglas de la familia. Pero, se repito, Seyran no es una simple victima de este juego, su mirada desafiante puede sugerir que, aunque esté físicamente atrapada, su espíritu es libre. ¿Podrá Halis doblar su voluntad, o ella encontrará la manera de volver de nuevo con Ferit?