La noticia del matrimonio de Ferit con Pelin no tarda en alcanzar el corazón de Seyran, quien llora desconsolada al recibir la revelación de su padre. La joven, luchando contra el desgarro en su pecho, se presenta en el gimnasio donde entrenan Ferit y Pelin, dispuesta a confrontarlo cara a cara. “¿Es cierto lo que dicen?”, le pregunta con voz quebrada. Ferit, sin vacilar, confirma la amarga realidad, y Seyran, con una sonrisa fría, le responde: “Tus ojos están llenos de ira, rencor y maldad, pero no de amor”.
El dolor de Seyran se intensifica cuando, más tarde, visita la tienda de vestidos de novia, donde Suna sufre un ataque de pánico que casi termina en desmayo. En ese momento, Hatice, tratando de aliviar la tensión, anima a Seyran a probarse los vestidos en lugar de su hermana, sin saber que, por detrás, Ifakat, Pelin y Gülgün están a punto de entrar por la puerta, trayendo consigo un nuevo giro que cambiará por completo la dinámica de la situación.