El capítulo 35 de Una nueva vida se presenta cargado de emociones intensas, decisiones desesperadas y amenazas que podrían cambiarlo todo para siempre. Tras la trágica muerte de Fuat, el patriarca Halis estalla de dolor y furia. No duda en señalar a su nieto Ferit y a Seyran como los responsables del fallecimiento, y deja claro que no permitirá bajo ningún concepto que sigan juntos. Para él, esa relación es la causa de la desgracia familiar y debe terminar de inmediato.
Mientras tanto, Kazim aprovecha la situación para llevar a su hija Seyran a la mansión de los Korhan, con el objetivo de que Tarik pueda casarse con ella lo antes posible. Sin embargo, Tarik, lejos de mostrarse comprensivo, demuestra nuevamente su lado más violento. Esta vez, amenaza directamente a Orhan, advirtiéndole que acabará con Ferit si no se aleja de Seyran. Tarik asegura que su rival es un desequilibrado obsesionado, y que su familia está marcada por la locura.
Ante la presión, Ferit y Seyran deciden huir juntos para siempre, soñando con una vida lejos del caos familiar. No obstante, sus planes se ven frustrados cuando Orhan detiene a Seyran a tiempo. Desesperado y al borde del colapso, le suplica que no huya, temiendo que, si lo hace, podría perder también a Ferit, su otro hijo, tras haber perdido ya a Fuat.
El destino de todos los personajes pende de un hilo. ¿Podrán Ferit y Seyran cumplir su sueño de empezar una nueva vida? ¿O las amenazas de Tarik y la presión de sus familias los separarán para siempre?