Seyran da la voz de alarma y un avión privado traslada urgentemente a Ferit a Estambul, donde es ingresado en el mismo hospital en el que se recupera su abuelo. La familia teme lo peor, pero los médicos traen buenas noticias: su vida no corre peligro.

Sin embargo, hay algo que deben saber… Ferit ha sufrido un daño que podría dejar secuelas permanentes. Su recuperación será difícil y existe la posibilidad de que quede discapacitado. Mientras buscan al mejor especialista, los Korhan descargan su frustración sobre Seyran, culpándola de lo sucedido.
Para sorpresa de todos, Kazim muestra una actitud completamente distinta desde que recibió la llamada de auxilio de su hija desde Antep. Se enfrenta a los Korhan como nunca antes, defendiendo con firmeza a Seyran y a su familia. Su cambio deja a todos desconcertados.
A través de Suna conocemos lo ocurrido con los Ihsanli tras el disparo de Tarik. Halis, lleno de rabia, planea una venganza de sangre, pero Hattuc regresa desde Antep y consigue apaciguarlo. Su conversación con el patriarca marca un punto de inflexión.
Seyran soporta los ataques constantes de la familia Korhan, pero cuando Ferit recupera la consciencia, deja claro que no volverá a casa sin ella. La familia comprende que su unión es irrompible.
Ifakat intenta intimidar a Seyran, pero es la joven quien toma la delantera, enfrentándose a ella y forzándola a apoyarla delante de Halis.