episodio de esta exitosa ficción.

En el capítulo 41 de “Una nueva vida“, el sueño de Seyran de estudiar Arte en la universidad desata una tormenta en la mansión, enfrentando a Ferit con su mujer y su primo Kaya y llevando al límite a Kazim. Mientras, alguien le pisa los talones a Orhan y Dicle, que continúan su peligroso flirteo, y Abidin sospecha que Suna se ha fijado en otro hombre.

La violencia desmedida de Kazim alerta a Nükhet

En el capítulo 40, Ferit descubrió que Kaya, sin su permiso, había ayudado a Seyran con la matrícula de la universidad, montando en cólera. Ahora, nada más llegar de Marmaris, Ferit jura y perjura a su esposa que no se opone a que estudie, sino que prefiere que antes le dé un bisnieto a su abuelo.

En la mansión, todos opinan, y Nükhet y Kaya se alzan en los mayores defensores de Seyran. Eso hace que Kazim les lance un serio aviso: si persisten en interferir en los asuntos de su hija, investigará el verdadero motivo que los trajo a Estambul…

Precisamente, Kazim es quien peor se toma la noticia de que Seyran pretenda anteponer los estudios a ser madre. De este modo, inflige una brutal paliza a su hija, amenazando con “cortarle el cuello”. Alertada por los gritos, Nükhet, a quien Kaya ha insinuado que Kazim es un peligro para sus hijas, acude a la habitación. Pero cuando abre la puerta, los Sanli al completo disimulan, aunque ella intuye que algo terrible ha ocurrido.

La renuncia de Seyran

Seyran, segura de que la excusa de que a Halis le queda poco tiempo y le haría muy feliz ser bisabuelo antes de morir es una milonga de Ferit, insiste en ir a la facultad. Mientras, Ferit no da su brazo a torcer y reitera que primero serán padres y luego estudiará cuanto quiera. No obstante, tras varias broncas, él se rinde y deja que su esposa elija qué es lo mejor para todos.

Durante la cena, Halis comunica a los Korhan y los Sanli que está totalmente de acuerdo con que Seyran se forme como universitaria y que piensa darle todas las facilidades del mundo para que estudie. Sin embargo, contra todo pronóstico, la joven anuncia que ha decidido renunciar a su sueño por complacer a Ferit, aunque más tarde llora amargamente, convencida de que se arrepentirá de lo que ha hecho.

Abidin pilla a Suna con Kaya

Entretanto, Asuman, que ruega a Nükhet que la cambie de habitación porque los recuerdos de Fuat no la dejan dormir, trata de mediar entre Suna y Abidin con la intención de que retomen su historia de amor. Para ello, la joven viuda encarga al chófer que prepare el coche para acercarla al gimnasio a la mañana siguiente, indicando que es muy posible que Suna la acompañe.

A todo esto, Kaya y Suna hacen buenas migas a fuerza de toparse por los pasillos de la mansión. La casualidad hace que Abidin, ilusionado por el plan que ha ideado Asuman, pille a Suna alabando a Kaya durante uno de esos encuentros. Sospechando que entre los chicos pueda haber algo más que una amistad, a Abidin se le llenan los ojos de lágrimas…

Orhan y Dicle, atrapados

Después de cazarla intimando con Orhan en un restaurante en el capítulo anterior, Sultan espera hecha una furia a que Dicle despierte. En ese momento, la criada abofetea a su hija, que hace lo que puede por defenderse, negando que mantenga un romance con el hijo de Halis. Cuando se calma, Sultan promete a Dicle que no dejará que los Korhan “se aprovechen” de ella.

Durante el desayuno, Gülgün percibe ciertos comentarios y actitudes que le llevan a desconfiar de su marido. Oliéndose que Orhan coquetea con otra mujer, su esposa se propone hacer lo mismo y, como primer paso, se somete a un radical cambio de imagen.

Al amanecer, Orhan aprovecha que Gülgün duerme para dirigirse a las dependencias del servicio y reunirse con Dicle. La cosa es que su mujer se da cuenta de que ha salido de la alcoba. De repente, un portazo solivianta la tranquilidad de los amantes furtivos. ¿Alguien que iba siguiendo a Orhan ha entrado en el piso de la sirvienta?

Encuentro sorpresa en la facultad

Ifakat, rabiosa al confirmar que ha perdido para siempre el favor de Halis y el mando de la casa, que el patriarca ha confiado a Nükhet, ordena a Sultan que bajo ningún concepto deje de administrar anticonceptivos a Seyran en las bebidas. Luego, propone a Kaya un plan, que el chico acepta: presionar a Seyran hasta que cambie de parecer respecto a la universidad.

En paralelo, Suna desvela a Ferit que estudiar ha sido el sueño de Seyran desde pequeña, lo que le costó innumerables palizas de su padre, y ese detalle de la infancia de su esposa emociona a Ferit.

Por la mañana, con Ferit ausente -se ha marchado muy temprano para formalizar la matrícula de su mujer-, Kaya logra convencer a Seyran y ambos se presentan en la facultad de Arte de Estambul… ¡Donde se encuentran por sorpresa con Ferit!