Halis y Hattuç han vivido muchas vidas en una sola. Han sufrido, se han fallado… y, sin duda, han callado demasiado. Pero esta vez, en la intimidad de su habitación, algo ha cambiado.

Halis ha hablado desde el alma. Le ha recordado a Hattuç aquellas palabras que ella le dijo sobre su nieto: “Tiene el corazón que tú nunca tuviste”. Ella, con el corazón encogido, le ha confesado que el dolor del pasado a veces le confunde la lengua. Que fue ella quien eligió su destino, y que lleva toda una vida cargando con una decisión que, en el fondo, también lo dejó a él roto.

Por eso, mirándola a los ojos, le ha hecho la pregunta más importante de su vida: “¿Me permitirías que compartiéramos nuestras cargas el tiempo que nos quede?”

Hattuç se ha quedado en silencio. Él ha seguido: “¿Crees que podrías volver a quererme como al antiguo Halis?”

La tía de Seyran ha contenido las lágrimas. Y entonces, él lo ha dicho sin miedo: “Vamos a querernos abiertamente, antes de que se nos olvide cómo querernos. Vamos a vivir lo que no vivimos. ¿Qué me dices?”.

El patriarca de los Korhan ya no quiere vivir con vergüenza ni esconder un amor que les ha marcado para siempre. Porque ahora solo desea ser uno con ella, y Hattuç tiene la última palabra. ¿Le dará el “sí, quiero” más esperado y deseado de su vida?