Cuando las imágenes tomadas en la discoteca se hacen públicas, Ferit decide actuar. Busca a Seyran para contarle toda la verdad y aclarar cualquier malentendido. Quiere reconstruir la confianza, empezar de nuevo. Pero Seyran, herida, lo rechaza con firmeza.

Y justo en ese momento de dolor, Tarik reaparece para rematar la escena. La tensión estalla entre él y Ferit en una fuerte discusión, y Seyran, acorralada por las circunstancias, toma una decisión drástica. Para proteger a Ferit de una situación aún peor, rompe con él y declara que su futuro está con Tarik, su nuevo prometido.
Roto por dentro y sin rumbo, Ferit toma una decisión tan inesperada como definitiva: le pide matrimonio a Pelin. Y Pelin, sin dudarlo… acepta.