a serie turca Yalı Çapkını —conocida como Una nueva vida en muchos países hispanohablantes— ha llegado a su fin tras tres intensas temporadas que mantuvieron a millones de espectadores frente al televisor. La actriz Afra Saraçoğlu, quien dio vida al icónico personaje de Seyran, ha hablado por primera vez de forma abierta sobre cómo fue decirle adiós a ese rol que marcó su carrera. En una entrevista exclusiva con la revista ELLE, la intérprete compartió sentimientos profundos, anécdotas emotivas y comparaciones que permiten entender la conexión tan especial que desarrolló con Seyran.
La serie, que en sus inicios fue un fenómeno imbatible en la televisión turca, alcanzó índices de audiencia impresionantes y logró conquistar más de 120 mercados internacionales. Sin embargo, en su última etapa, enfrentó ciertas dificultades narrativas y una baja en el rating que, a pesar de los esfuerzos por mantener el interés del público, llevaron al cierre definitivo de la historia con el episodio número 101, emitido el pasado 4 de abril.
Desde su estreno, Una nueva vida se convirtió en un torbellino de emociones, drama familiar y relaciones turbulentas. Y en el centro de todo ese huracán se encontraba Seyran, una joven obligada a casarse con Ferit, el heredero de una familia poderosa y disfuncional. A lo largo de la serie, el personaje de Seyran evolucionó de una muchacha obediente y sumisa a una mujer decidida, resiliente y capaz de enfrentarse a los poderes patriarcales que la rodeaban. Esta transformación no solo cautivó al público, sino también a su intérprete.
Afra Saraçoğlu, que vivió intensamente el viaje de Seyran durante más de tres años, no tardó en convertirse en una de las actrices más queridas de Turquía. Su química en pantalla con Mert Ramazan Demir (Ferit) y los vaivenes de su romance ficticio se trasladaron también a la prensa rosa, generando titulares constantes sobre una posible relación detrás de las cámaras.
En esta reciente entrevista, Saraçoğlu confesó que despedirse de Seyran no fue fácil y que, en muchos sentidos, fue como decirle adiós a una amiga íntima. “Fue como acompañar a una amiga muy cercana hacia su propio camino”, afirmó la actriz, con una metáfora que conmovió a los fans. “Sentí que nuestra relación había terminado y que ambas habíamos aprendido todo lo que debíamos la una de la otra. Fue como si cada una hubiera cumplido su misión en la vida de la otra”.
Saraçoğlu también explicó que, a su juicio, Seyran ya no necesita su presencia para seguir creciendo: “Ahora está en un buen lugar y no me necesita más. Creo que ambas nos hemos aportado cosas muy importantes, tanto en lo bueno como en lo malo”, dijo con un tono de madurez y serenidad.
Estas declaraciones no pasaron desapercibidas para los seguidores de la serie, que vieron en sus palabras un claro ejemplo de cómo el arte puede dejar huellas profundas en los artistas. Seyran no fue solo un personaje de ficción para Afra: fue un reflejo, un desafío y una compañera durante una etapa fundamental de su carrera.
En paralelo, la actriz reveló que está trabajando en nuevos proyectos para la próxima temporada, aunque no quiso dar demasiados detalles aún. Lo que sí quedó claro es que, aunque la etapa de Una nueva vida ha concluido, Afra Saraçoğlu está lista para escribir un nuevo capítulo en su carrera artística. Su popularidad sigue en ascenso, con múltiples contratos publicitarios y nuevas colaboraciones que la mantienen en el centro de atención del público y los medios.
El cierre de Una nueva vida también marca un momento de reflexión para los fans. La evolución del personaje de Seyran fue una de las narrativas más aplaudidas de la serie. De ser una pieza en el juego de poder de la familia Korhan, pasó a ser una voz de resistencia, una mujer que luchó por su libertad y dignidad. Esta historia ha resonado con miles de espectadores que vieron en ella una representación del empoderamiento femenino en un entorno hostil.
Afra, con su sensibilidad y entrega, logró encarnar cada matiz de ese proceso, convirtiendo a Seyran en un símbolo que trasciende la pantalla. Su despedida ha sido, por tanto, tan emotiva como significativa. “Siento que lo que teníamos entre Seyran y yo fue muy real”, explicó en la entrevista. “Fue una historia de crecimiento compartido. Ella me hizo mejor actriz, y yo le di una voz”.
Además, la actriz se refirió a los retos que implicó interpretar a Seyran durante tanto tiempo. “Hay algo especial en vivir con un personaje durante tanto tiempo. Es como tener a alguien contigo cada día, alguien que evoluciona contigo. Pero llega un momento en que hay que dejarla ir, aunque duela”, comentó con honestidad.
Aunque el final de la serie generó opiniones divididas, lo cierto es que l