En el episodio 37 de Una nueva vida, emitido esta noche a las 22:00 por Antena 3, la trama da un giro dramático. Ferit es trasladado al hospital en estado crítico, tras recibir un disparo. El joven llega inconsciente, en camilla y escoltado por un equipo médico en un avión privado. Cada segundo cuenta, y Seyran, angustiada y decidida, no se separa de su lado. Al llegar al hospital, los médicos lo llevan de inmediato al quirófano. La operación es de alto riesgo, y la tensión en el ambiente es palpable.

La familia Korhan, devastada por la noticia, llega al hospital entre lágrimas y con el temor de perder a Ferit. Incluso Halis, recién recuperado de un infarto, no duda en estar junto a su nieto en este momento tan delicado. La espera en los pasillos se hace eterna. Seyran permanece inmóvil frente a la puerta del quirófano, sin despegarse ni un instante, mientras los medios de comunicación rodean el hospital en busca de respuestas que nadie puede dar.

Ferit lucha entre la vida y la muerte. La vida del joven pende de un hilo, y el amor de Seyran se pone a prueba como nunca antes. Aunque toda la familia Korhan está profundamente preocupada, muchos de ellos no ocultan su resentimiento hacia Seyran, responsabilizándola en parte por lo sucedido. Pero ella se mantiene firme, soporta las críticas y afirma con determinación que no piensa abandonar a Ferit bajo ninguna circunstancia.

Finalmente, los médicos dan la noticia que todos esperaban: Ferit está fuera de peligro inmediato. Sin embargo, aún necesita una operación para extraer la bala, y existe el riesgo de que uno de sus brazos quede paralizado de por vida. Tras la intervención, Ferit despierta con una claridad renovada sobre lo que siente y quiere. Reunido con su familia, declara sin rodeos que está enamorado de Seyran y que está dispuesto a enfrentarse a cualquiera que intente interponerse entre ellos. Les exige que la acepten, porque para él no hay otra mujer.

La historia da paso entonces a un momento muy esperado por los seguidores de la serie: la segunda boda de Ferit y Seyran. A diferencia de la primera, marcada por las imposiciones y los intereses familiares, esta unión nace del amor sincero y el deseo mutuo de comenzar de nuevo. La emoción recorre la mansión Korhan mientras los preparativos se intensifican. La familia y los amigos se reúnen para presenciar una ceremonia que representa no solo el amor entre los protagonistas, sino también su desafío a todo lo que los ha querido separar.

Sin embargo, la alegría y la esperanza que rodean esta boda esconden una amenaza silenciosa. İfakat, que en apariencia ha dado su bendición al enlace, esconde intenciones muy distintas. Detrás de su sonrisa, trama un plan para destruir esta nueva etapa en la vida de Ferit y Seyran. Aunque ha prometido permitir la boda, su objetivo es sacar a Seyran de la familia para siempre, una vez la ceremonia haya terminado.

En secreto, İfakat revela su estrategia a puertas cerradas: “Se divorciarán, siempre y cuando impidamos que tengan hijos. Esta vez haré lo que sea y lo haré bien”. Su propósito es claro: evitar que la pareja consolide su relación mediante la descendencia y, de esa manera, debilitar la unión hasta lograr la separación definitiva. Mientras la pareja celebra su amor, sin imaginar la traición que se gesta en las sombras, İfakat avanza en su plan con precisión y sin piedad.

El capítulo se convierte en una montaña rusa emocional: desde el miedo por la vida de Ferit hasta la alegría de una boda basada en el amor verdadero. Pero la tensión nunca desaparece del todo, porque la amenaza que representa İfakat está presente en cada escena, incluso en las más felices. Su sed de control y su deseo de destruir a Seyran la impulsan a actuar con frialdad y determinación.

Seyran, por su parte, confía en que el amor de Ferit es lo suficientemente fuerte como para resistir cualquier tormenta. Ha demostrado una y otra vez que está dispuesta a luchar por su relación, y esta vez no será la excepción. Pero ni ella ni Ferit imaginan hasta dónde está dispuesta a llegar İfakat. ¿Logrará ejecutar su plan? ¿O el amor será más fuerte que las intrigas familiares?

Este capítulo marca un antes y un después en Una nueva vida. La fragilidad de la vida, los vínculos familiares, el poder del amor verdadero y la sombra de la traición se entrelazan para ofrecer a los espectadores un episodio cargado de emoción, drama e incertidumbre. Ferit y Seyran han dado un paso valiente, pero el camino hacia la felicidad definitiva aún está lleno de obstáculos. Y la mayor amenaza no está afuera, sino dentro de su propia familia.

El episodio deja abiertas muchas preguntas: ¿Sobrevivirá su amor a las artimañas de İfakat? ¿Cómo reaccionará Ferit cuando descubra la verdad sobre ella? ¿Y será Seyran capaz de defender su lugar en la familia Korhan cuando todo esté en su contra?

Sin duda, el capítulo 37 de Una nueva vida promete quedarse en la memoria de los fans como uno de los más intensos y reveladores de toda la serie. La boda puede ser el inicio de una nueva etapa… o el principio del fin.