Aun así, Ferit atraviesa uno de los momentos más duros de su vida. Recuerda constantemente a Fuat y, en busca de consuelo, acude a su tumba. Allí recibe una nota amenazante de Tarik con un inquietante mensaje: “Solo te quedan unos días”. Decide ocultárselo a Seyran, aunque sabe que, desde ese instante, deberá extremar precauciones.
Mientras tanto, la desgracia se cierne sobre Suna cuando su padre la entrega en secreto a los Ihsanli para formalizar su matrimonio. Esta vez nada ni nadie puede impedir la boda y Suna inicia su nueva vida con Saffet en la mansión Ihsanli.

Cuando Seyran descubre el destino de su hermana, estalla contra su padre, Esme, por su parte, se derrumba. En su noche de bodas, Suna, aterrada, logra retrasar la consumación del matrimonio… al menos por ahora.
Agobiada por todo lo ocurrido y sin poder apartar a Ferit de su mente, Seyran huye de casa en mitad de la noche para reencontrarse con él. En el dormitorio que hasta hace poco compartieron, las miradas, las caricias y las palabras de amor desembocan en una pasión que ninguno quiere detener.