El capítulo más reciente de Una nueva vida ha dejado una estela de dolor y tensión que sacude profundamente a la familia Korhan. La noticia de la huida de Ferit para reunirse con Seyran ha sido la gota que colma el vaso para Halis, quien, ya devastado por la muerte de Fuat, no resiste la presión y sufre un infarto fulminante.
El grito de Latif alertando del colapso ha sumido a la mansión en el caos. ¿Será este el final del patriarca? El futuro del clan Korhan pende de un hilo.
Mientras tanto, Ferit y Seyran viven los momentos más intensos de su historia de amor. Lejos de las cadenas familiares y decididos a comenzar de nuevo, su reencuentro en las calles de Antep ha sido conmovedor. Con el respaldo inesperado de Hattuç, la pareja parecía tener por fin un camino libre hacia la felicidad. “No tengas miedo, toma mi mano y vamos”, susurra Ferit, con la esperanza de un futuro juntos.
Pero la felicidad dura poco en Una nueva vida. El destino, cruel y repentino, toma la forma de Tarik. Armado y lleno de furia, irrumpe en la escena. Frente a la amenaza de separarlos por la fuerza, Ferit no da un paso atrás. Desafiante, toma la mano de Seyran y se enfrenta al peligro.
El disparo retumba como un trueno. Ferit cae al suelo, la sangre tiñendo su camisa mientras Seyran grita desgarrada, corriendo hacia él, desesperada. Sus palabras, antes de cerrar los ojos, estremecen:
“No te dejaré… hasta mi último aliento.”
Ahora, con la vida de Ferit en juego y Halis entre la vida y la muerte, Una nueva vida se sumerge en su momento más oscuro. ¿Sobrevivirá el amor? ¿O esta tragedia sellará el destino de toda una familia?