Salva comienza una nueva etapa como camarero en Asturias, tras años de vivir sin techo en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Agradecido y esperanzado, no olvida a quienes siguen sin hogar.
Después de tres largos años sobreviviendo en los pasillos del aeropuerto de Madrid-Barajas, durmiendo entre maletas y bancos de metal, Salva por fin ha vuelto a tener un lugar al que llamar hogar. Gracias a la visibilidad que su caso recibió en Espejo Público, hoy comienza su primer día de trabajo como camarero en un hotel de Asturias, donde también le proporcionan alojamiento y manutención.
Con los ojos llenos de emoción, Salva ha querido dar las gracias públicamente: “Nunca olvidaré cómo me habéis ayudado. Ya me tratan como a uno más de la familia. Esto me ha devuelto la dignidad.”
Su historia conmovió a miles de personas en toda España. Durante la entrevista en televisión, Salva no solo pidió ayuda para él, sino que alzó la voz por todas las personas sin hogar que como él siguen siendo invisibles para la sociedad. “No queremos lujos, solo respeto, comprensión y un poco de apoyo para volver a levantarnos”, decía entonces.
Hoy, mientras viste su nuevo uniforme de camarero y aprende los primeros pasos en el oficio, reconoce que ha recuperado la esperanza. “Sed fuertes, que os vienen tiempos mejores”, dice dirigiéndose a quienes siguen durmiendo a la intemperie, sin recursos ni oportunidades.
Aunque su vida ha cambiado, Salva asegura que su compromiso con los demás continúa. No quiere que nadie pase por lo que él vivió y espera que su historia inspire a otros y mueva conciencias: “A veces solo hace falta una oportunidad para cambiarlo todo.”