La operación no ofrece los resultados esperados y Ferit recibe un duro diagnóstico. Aun así, reafirma su decisión de permanecer junto a Seyran. Kazim, ya completamente transformado, lo respalda sin reservas e incluso plantea que ambos se instalen en Antep con su familia.
Mientras Ferit continúa su recuperación, los Sanli se disponen a regresar a Antep. Pero antes de partir, una inesperada visita los detiene: los Korhan han llegado a pedir formalmente la mano de Seyran.

Esta vez, Kazim no se deja impresionar. No quiere riquezas ni propiedades, solo exige respeto hacia su familia y, sobre todo, una disculpa sincera de Halis hacia su hija.
La boda de Seyran y Ferit se celebra en medio de emociones encontradas. Aunque los novios y sus seres queridos celebran con alegría, Halis, Ifakat y Orhan apenas disimulan su incomodidad.
Sin embargo, Halis aún se guarda una última carta. En el primer desayuno de Seyran como esposa de Ferit, el patriarca anuncia la llegada de dos nuevos miembros a la casa… dispuestos a quedarse y cambiarlo todo.